martes, 7 de diciembre de 2010

Las reuniones secretas en el partido

Antes de iniciar esta serie de relatos vivenciales durante el conflicto armado que vivió El Salvador, quiero disculparme por esta pausa prolongada de la  cual fue objeto mi blog, por razones laborales y de otra índole, aunque no es justificación, creo, trataré de mantenerme en constante comunicación por esta vía, de tal manera que el objetivo de la misma sea una realidad.

Creo fervientemente que la memoria histórica ayuda a los pueblos a conocerse a si mismos y a construir el presente, porque como dicen, si no conocemos el pasado no sabemos para donde vamos.

Mis relatos, crónicas, narraciones o como se le quiera llamar, cumplen dos cometidos, el primero, comunicar hechos, sucesos, situaciones durante un período determinado en Santa Tecla, Departamento de La Libertad,  para despertar la reflexión sobre lo vivido y lo que debemos evitar que vuelva a suceder, el segundo, presentar lo meramente humano, lo anecdótico de toda revolución, la gente con sus sueños, alegrías, tristezas en un ambiente de guerra civil y que eso al mismo tiempo les da fortaleza para seguir adelante.

Vaya pues esta humilde contribución a la recuperación de la memoria histórica en El Salvador.


Mis primeras reuniones secretas en el partido

Durante 1984 y 1985 estuvimos organizados, mi madre, mi hermana mayor y Yo por una compañera del Partido en las FPL, teníamos reuniones periódicas de análisis de la realidad, se nos encomendaba algunas tareas de propaganda, para lo cual nos habían medio adiestrado en el manejo de un mimeografo artesanal, donde también se elaboraba propaganda serigráfica, esta última era muy utilizada en los colectivos de propaganda de todas las organizaciones politico-militares.

Recuerdo que una vez se nos encomendó elaborar miles de "cintillos" (cuarta parte de una hoja tamaño carta) llamando al pueblo a escuchar Radio Farabundo Martí, llevaba un dubujo de una antena y sus ondas hertzianas, la frecuencia en FM y un lema, nos quedó bastante aceptable para ser principiantes en esos menesteres, despues, le agarramos el hilo y ya no nos paraban, hacíamos trabajos serigráficos de todo tipo, nuestra casa se inundaba de toda la propaganda que hacíamos y que la poníamos a secar encima de la cama, los muebles, las mesas, el piso, en fin; lo tremendo era cuando llegaba visita, nos tocaba levantar todo de un solo y meterlo debajo de la cama, hasta que se fuera la visita, ya no se diga de un cateo que nos avisaran con anticipación, era toda una odisea ponerse a quemar todos los papeles.

Lo gracioso de todo esto era que además de hacer nosotros la propaganda nos tocaba ir a volantearla, es decir, regarla por las calle y pasajes de las colonias aledañas a Santa Tecla y en algunas calles de la ciudad tambien, previo chequeo y contrachequeo como medida de seguridad.

Casi siempre las reuniones las teniamos en la casa, otras, en la parroquia El Calvario de Santa Tecla y en la parroquia de la Colonia Las Delicias, donde el entonces cura que era de origen español, nos daba permiso so pretexto que eran reuniones de la comunidad cristiana del Padre Rafael Palacios de Santa Tecla.

El sacerdote español de quien hablo y que ya no lo es porque colgó los hábitos hace mucho tiempo es Miguel Cavada, de quien guardo muy buenos recuerdos como persona, como amigo y compañero. Muchas veces nos conseguía víveres, ropa y medicina porque sabía de alguna manera que nosotros la canalizabamos a través de gente de la organización para llevarla a gente refugiada y para los combatientes en los frentes de guerra.

Recuerdo que Miguel Cavada nos incorporó a mi hermana y a mí a su equipo de redacción de un boletin denominado "La Comunidad", nosotros colaborabamos escribiendo algunas líneas sobre la comunidad de Santa Tecla o buscando algún dibujo para hacerlo mas ameno en su lectura dicho boletín,  creo sin temor a equivocarme que este fue la génesis de lo que hoy se conoce como "El Equípo Maíz" que da servicio a muchas ONG en edición de materiales educativos y talleres metodológicos de educación popular, entonces su nacimiento viene de lo que se hacía allá en la parroquia de Las Delicias, Santa Tecla, ¡vaya qué tiempos!

Del trabajo abierto paso al trabajo clandestino

Así transcurrieron tres años, llegamos a 1986, habiamos tenido dos a tres coordinadores de colectivo, mi hermana había pasado a trabajar a una ONG y desde ahí daba su aporte.

Yo, quedé descoordinado un tiempo, fue cuando una compañera de la comunidad  cristiana me preguntó si estaba coordinado, en aquellos tiempos la moda entre los jovenes que de alguna manera u otra teníamos participación en la lucha, era si estabamos coordinados dentro del partido, sino, no estabas en nada, y uno hasta se lo creía, y se sentía en cierto modo marginado de no estarlo.

Ella me ofreció un "conecte" con un "compa" de la intelectualidad, de esos que uno ve que sólo leyendo pasan, esto era cierto, porque hasta hace poco me enteré que este compa, era ni mas ni menos que el hijo del ilustre escritor, Melitón Barba (Qddg), entonces su hijo es Jaime Barba, el no me recuerda de seguro, Yo sí, cuando nos vimos en un cafetín que estaba frente al ex-cine Darío, Yo llevaba unos boligrafos en la mano y una revista, el iba a estar sentado y tendría dos lápices "mongol" en una bolsa de la camisa y no se que más, la cosa es que uno había creado cierto instinto o percepción aguda para detectar quien era compa y quien no.

Nos saludamos, dimos la leyenda para no equivocarnos, resuelto eso, me preguntó dónde estudiaba, qué año cursaba, etc. La línea del partido era que se quería formar en el Instituto Técnico Industrial, ITI, que era donde Yo estudiaba, un frente estudiantil, la única desventaja era que Yo estaba por salir de bachiller, no tenía mucho tiempo, sin embargo, inicié un proceso de sondeo de compañeros del ITI que estuvieran dispuestos a formar el frente, logramos tener como 8 estudiantes dispuestos, que para mi asombro jamás creí que se interesarían en organizarse.

Recuerdo que este compañero intelectual, me habló mucho de la rivalidad que había entre el ERP y las FPL, un poco sobre quien llevaba la línea correcta y que el ERP era militarista, en cambio las  FPL eran mayoritarias y habían realizado acciones más espectaculares, cosas por el estilo, para mí era algo nuevo, desconocía esa rivalidad, mucho menos los trágicos acontecimientos sucedidos en Managua, con la muerte de la Comandante Ana María y el Comandante Marcial, hasta después de la firma de los Acuerdos de Paz, lo he conocido a profundidad, pero bien, este es tema de otro artículo a futuro.

Luego, por azares del destino, llegó una coordinación más seria en la que pasaba a formar las milicias populares en Santa Tecla, el trabajo abierto en el ITI lo dejé, perdí la coordinación con el hijo de Melitón Barba, hasta donde se, es un buen académico, investigador, consultor, etc.; no obstante, se creó el FES, Frente Estudiantil de Secundaria, algo parecido al legendario MERS de los años 70´s.

Luego supe que el FES se creó con estudiantes del ITI, INFRAMEN y algunos del Colegio Externado de San José, de los jesuitas y otros. Hicieron buen trabajo organizativo aunque me parece que fue coyuntural porque así como nació desapareció pronto.


En 1986 inicié mis primeras reuniones con el compañero que había bajado de un frente de guerra, en Chalatenango para ser más específico;  este compañero era hijo del recordado catequista amigo de Monseñor Romero, miembro de FECCAS, de nombre Justo Mejía cuya esposa era Guadalupe Mejía, conocida como "La Madre" y presidenta del Comité de Familiares de Desaparecidos de El Salvador, CODEFAM, cuyo testimonio sirvieron a nuestro gran escritor y novelista Manlio Argueta para escribir "Un Día en la Vida", ganadora de muchos premios internacionales y traducida a varios idiomas.

El compa Milton (su pseudónimo) era un joven muy serio, disciplinado y un tanto verticalista, curtido en el combate guerrillero, vaya,  pero muy humano ante todo, me dijo, -queremos formar las milicias aquí en Santa Tecla y creemos que vos sos el indicado para organizar y reclutar a la gente, (para pajeros en el partido eran buenos...¡es broma!) y me lo creí, porque creí que hacía lo correcto, en aquel tiempo si lo fue.

Con Milton logramos cultivar además de compañerismo una muy buena amistad, empezó llegando al Cafetín que tenía mi madre frente al Colegio Salesiano Santa Cecilia en la ciudad de Santa Tecla, luego decidimos que llegara a nuestra casa tomando en cuenta las medidas de seguridad para reunirnos ahí.

Nacen las milicias en Santa Tecla con pintas en las paredes y más...

En toda lucha revolucionaria las milicias populares son fundamentales en una guerra de liberación, estas son las encargadas de dirigir a las "masas" en el combate, es como el primer eslabón en la cadena de funciones en toda insurrección popular.

Las milicias populares era como la primera fase en la construcción del ejército popular de liberación, luego estaban las unidades guerrilleras, quienes poseían mayor experiencia en el combate, posterior estaban las fuerzas armadas populares, quienes constituían todo un ejército irregular, tanto por su estratégia militar usada, como por su movilidad geográfica y la cantidad de combatientes de la que se componía.

Las milicias populares estaba compuesta por militantes revolucionarios con una clara línea partidaria, durante el día eran ciudadanos comunes que cumplían obligaciones como todo mortal, a lo mejor obreros, estudiantes, amas de casa, etc., pero en la noche salían a operar sigilosamente.

Logicamente había toda una preparación militar para el miliciano, su función no era el combate sino, la propaganda armada como volanteo de hojas, pintas en las paredes, toma de una colonia o pasaje, arengar al pueblo, sabotajes a la energía eléctrica, preparación de explosivos, traslado de armamento y materiales para el sabotaje, y organizar a la primeras escuadras milicianas. Esto en sínstesis fue mi responsabiliad desde 1987 hasta 1989.

Formar las primeras unidades milicianas  en Santa Tecla fue todo un reto, me pidieron que para tal fecha, debía tener por lo menos a dos compañeros "reclutados", pero...¿de dónde los voy a sacar?, me pregunté a mi mismo.

Como en esos años pertenecía a un grupo juvenil cristiano que tenía sus origenes en la comunidad del Padre Rafael Palacios, pensé que de ahí podría organizar a los primeros  milicianos, en efecto, hablé con dos o tres compañeros les expliqué la necesidad de formar un grupo miliciano en Santa Tecla para contribuir según nosotros al proceso histórico de liberación en El Salvador.

Logré organizar a tres compañeros, una mujer y dos hombres, creo que andabamos por los 19 a 21 años, no pasabamos de esa edad, se nos incorporó otro compañero con más fogueo desde San Salvador, nos lo pasó Milton nuestro responsable, los pseudónimos nuestros eran, Edén (el mío), Sonia (miembro del grupo juvenil cristiano de Santa  Tecla), Daniel (de la comunidad cristiana) y Roque, el compa con más fogueo, luego reclutamos a  César, Eugenia, Miguel y otros, no estubo mal como organizador.

Nuestra primera actividad de milicias fue realizar pintas en varias paredes de la Colonia Quezaltepec de la misma ciudad, recuerdo que escribimos: "Jovenes incorporémonos a las milicias populares", "Vivan las milicias populares de Santa Tecla", era como un llamado a nosotros mismos, no obstante esa fue la misión.

Las líneas que bajaban del partido a "pie juntillas" se acataban y no había espacio de sugerir,ejem.: - mirá y porque no escribimos consignas que le lleguen a los jovenes, con el mismo lenguaje de los jovenes, nos respondían, -¡no...esa es la línea, hay que cumplirla!.

Entonces, la misma consigna escribíamos en las paredes de colonias y calles de Santa Tecla, al día siguiente de la acción, me contaban compañeros que vivian cerca que los vecinos comentaban, - ¡anoche anduvieron los muchachos por aquí...pintando las paredes y armados, fijese!, -¡ no me diga vecina!.

Las acciones mas fuertes o más peligrosas las hacíamos entre Milton, Roque y Yo. A mediados de 1987, planificamos el primer sabotaje a una caja telefónica de ANTEL propiedad del estado de aquel entonces.

Mi misión era vigilar por varios días y a cierta hora la esquina que comprende la 12 avenida norte, opuesta a lo que se llamaba el "mercado pirata" ex-predio Columbus, justo a la par de una vivienda estaba la caja telefónica, la operación consistía en que Milton se acercaría por un costado, como que quiere y no quiere la cosa, llevaría consigo un bloque de explosivo TNT amarrado a una tabla previamente construida por un carpintero, de tal manera que se pudiera colgar sobre la base superior de la caja sin que esta se cayera, luego encendería la mecha lenta que activaría la capsula detonante y ésta a su vez al explosivo.

Yo estaría ubicado en la esquina opuesta por una venta de pan francés, tendría una maleta de cuero que se utiliza para guardar libros y cuadernos, adentro llevaría una pistola 357 magnum, viejita por cierto pero temible, a Milton lo llevaría en motocicleta mi hermano mayor quien trabajaba para el Gobierno en el Ministerio de Educación y le había asignado una motocicleta para trasladarse al interior del país.

Exactamente a las 6:00 de la tarde sería la operación de sabotaje, MIlton y mi hermano llegaron justo a la hora, Yo, estaba parapetado en el lugar asignado con mi mano metida en el maletin agarrando el arma, por cualquier inconveniente tendría que sacarla y hacer una escaramuza para alertar a los otros y cubrir la retirada, por suerte no pasó a más, Milton se bajó de la moto, mi hermano siguió su rumbo y lo esperó a la vuelta de la cuadra, de repente iba pasando un niño frente a la caja telefónica Milton le dijo, -¡andate que va estallar una bomba!, otros que estaban cerca oyeron y salieron corriendo también, Milton encendió la mecha y salió corriendo hacia el norte.

Yo me quedé unos segundos más, vi como corría el fuego sobre la mecha lenta hasta llegar a la capsula detonante y explotar, se escuchó una explosión hueca no muy fuerte, una llamarada inundó la caja telefónica, volaron pedazos de metal por los aires, tejas y pedazos de ladrillos también volaron, afortunadamente no hubo victimas, mis piernas no me ayudaban para salir de ese lugar inmediatamente, el punto de encuentro está como a cuatro cientos metros del lugar de la acción, muchas personas salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo, otros señalaban la dirección de donde se había escuchado el estallido, todo era confusión.

Entregué el arma en la casa que se había fijado de encuentro, ahí nos reunimos y vimos que todo había salido bien, nos retiramos de inmediato. Al día siguiente la gente comentaba sobre la acción guerrillera, como si se hubiera tratado de una escuadra guerrillera bien entrenada, ah no sabían que sólo habíamos dos y me hermano que nos ayudó al traslado, la vida pendía de un hilo en cada acción que se realizaba.

Cinco días en un campamento guerrillero

En noviembre del 87, nos enviaron a Sonia y a mí a un campamento guerrillero en la zona del municipio de Tamanique sur del Departamento de la Libertad, entramos por el lado del Municipio de Zaragoza a 13 kilómetros de Santa Tecla.

Este campamento estaba comformado por dos fuerzas guerrilleras, la Resistencia Nacional y las Fuerzas Populares de Liberación a la cual pertenecía.

Empezamos a caminar a las 7:00 de la noche, el trayecto era muy extraviado, recuerdo que en el camino se incorporaron otros compañeros, que iban a poca distancia de nosotros sin que lograramos vernos por medidas de seguridad.

Justo a las 12:00 de la noche llegamos al campamento, todos estaban ya dormidos sólo el posta despierto, medio comimos, luego nos asignaron el lugar donde dormiríamos, recuerdo que Sonia tenía problemas de visibilidad en esa oscurana y puso el pie en el cuerpo de alguien durmiendo y sólo pujó, Sonia se disculpó y se fue para otro lado.

A la mañana siguiente, después de desayunar una taza de café, tortilla con frijoles, nos dispusimos a la preparación militar, el compañero coordinador del campamento se presentó y nos dijo de qué iba tratar el curso para milicianos.

Luego de algunos ejercicios de calentamiento comenzamos la jornada, de entrada el uso de las armas, cortas y largas, arme y desarme del fusíl G-3 y el M-16, lo hicimos hasta con los ojos vendados, otra capacitación fue cómo entrar en combate, posiciones de ataque, cómo arrastrarse con un fusil en las manos, cómo cubrirse en una calle de la ciudad y en el campo que es muy distinto, en fin.

Otra capacitación fue el conocimiento de diversos explosivos, cómo funciona la granada en qué momentos usarla, etc., tipos de explosivos, el R2, o lo que comunmente se le llamaba "la papaya", que servía para sabotaje a estructras  eléctricas como postes del tendido, torres, etc.

Pasamos mas o menos 5 días de preparación militar, salimos de ese campamento en la tarde, Milton nos fue a dejar hasta Zaragoza, llevaba un arma al cinto y un corvo en la mano como si fuera oriundo de ese lugar, nosotros con aspecto de universitarios, si nos detenía el ejército sería lo triste, qué ibamos a argumentar, aún no lo sé, la suerte estaba de nuestro lado, nadie nos delató, llegamos con bien.

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